Mar 13, 2022

Entrevista a: Silvina Ocampos

Por Luis Darío Pintos

“El paraíso para mí es ir todos los días a la pista en Guadalajara. Es lo que soñé desde que arranqué con salto triple”, suelta emocionada Silvina Ocampos quien desde octubre de 2021 forma parte del Pedroso Team que dirige el cubano Iván Pedroso -oro en Sidney 2000- en la ciudad española y donde entrenan los mejores saltadores de la actualidad, entre ellos, la campeona olímpica y recordista mundial Yulimar Rojas.

Sueña despierta Silvina Itatí Ocampos. La oriunda de Punta Alta, ciudad ubicada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires a 28 kilómetros de Bahía Blanca, nació el 10 de mayo de 1996. De chica practicó básquet, softbol, fútbol, hockey pero descubrió el atletismo a los 14 años de la mano del entrenador Daniel Bravo en el club Luz y Fuerza y no paró de crecer. Títulos locales, regionales, provinciales, nacionales y séptima en el Sudamericano de Guayaquil 2021. Es quíntuple campeona nacional de salto triple y ostenta la segunda mejor marca del historial con los 13,30 metros con viento a favor de 2,5 ms, conseguidos el 21 de marzo de 2021 en el Campeonato Provincial en Mar del Plata. La lista es liderada por la cordobesa Andrea Verónica Ávila con 13.91 metros desde el 4 de julio de 1993. 

Silvina además estudió la Tecnicatura en Enfermería en el Hospital Interzonal General de Agudos Dr. José Penna de Bahía Blanca y ya recibida, desde mediados de 2020, estuvo un año trabajando en el Área Covid del mismo hospital. Luchando en la primera línea contra la pandemia.

Tras un 2021 repartido entre el hospital y los entrenamientos para el Sudamericano de Guayaquil, Silvina recibió la convocatoria para ser parte del Pedroso Team, el equipo de entrenamiento de Iván Pedroso en Guadalajara, España. Se sumó así en octubre pasado al equipo del cubano que como atleta consiguió nueve oros mundiales y el título olímpico de Sydney 2000 y como entrenador llevó a la venezolana Yulimar Rojas a obtener el oro en salto triple en Tokio 2020 con récord mundial y olímpico con su memorable salto de 15.67 metros y que cuenta con los saltadores más importantes del mundo en la actualidad.

  • Silvina, ¿cómo comenzaste con el atletismo?
  • Fue a los 14 años cuando tenía unos vecinos y amigos del barrio que empezaron a practicarlo y para pasar tiempo junto a ellos arranqué junto a mi hermano. Previo a atletismo hicimos varios deportes con mi hermano: softbol, fútbol, básquet, hockey. Al poco tiempo de arrancar mi hermano y todos ellos fueron dejando y yo me quedé con el atletismo. Un deporte que me encantó, siempre veía a gente corriendo en la pista del polideportivo en mi ciudad: Punta Alta y pensaba “ ¡qué gente loca!, ¿qué sentido tiene correr alrededor de un  círculo?”, y un tiempo después estoy haciendo eso ahora (risas). Mi plan era solo correr en un torneo que se hacía el primer fin de semana y dejarlo. Todos ganamos medallas pero la que más se enganchó fui yo, a la que más le gustó el deporte y entonces seguí corriendo.
  • ¿Tenés familiares que lo hayan practicado?
  • Mi mamá cuando era chica corría en su ciudad, Viedma. Ella corría muy bien en velocidad, hacía salto en largo y también garrocha pero nada más. Otros antecedentes deportivos en mi familia no tengo, es más ahora soy la única en mi familia que hago deportes.
  • ¿Cómo conociste a Daniel Bravo, tu entrenador?
  • El único club de atletismo que hay en Punta Alta es Luz y Fuerza y el entrenador es Daniel Bravo. Él estuvo desde mis comienzos, desde mi primer día en el atletismo. Fue el que me formó, el que me hizo amar el deporte y gracias a él pude conocer muchos lugares de Argentina.,así que estoy super agradecida. Con el paso del tiempo, en el último año estuve entrenando en Bahía Blanca, unos meses con Patricia Nadal y luego el destino me trajo hasta acá en España.
  • A la par de la práctica del atletismo fuiste estudiando.
  • Terminé el secundario y me puse a  estudiar Abogacía. Estudié un año y medio en donde también seguí entrenando. Pero el deporte no estaba entre mis prioridades. Decidí dejarla porque era una carrera que no me estaba gustando y como me quedaba mitad de año libre decidí volver al atletismo. Pero esta vez decidí especializarme en alguna prueba y ahí comprobé que la prueba en la que mejor me iba y la que más me gustaba era la de salto triple. Luego de unos meses pasé de saltar 10 metros a saltar más de 12 y me di cuenta que tenía una chance en el deporte. Al año siguiente empecé a estudiar Enfermería en el Hospital Penna de Bahía Blanca, no estaba muy convencida pero necesitaba tener una salida laboral rápida y una de las cosas que no le va a faltar al personal de salud es trabajo, ya que es algo que la sociedad necesita. Me puse a estudiar Enfermería sin saber si me iba a gustar pero igual sabía de qué se trataba la carrera porque vengo de una familia de médicos y enfermeros. Mi mamá es enfermera, mi abuelo también. Fue una carrera que me encantó y pude hacer los tres años de la carrera al día y tuve la suerte de estudiar en el Hospital Penna y ahí mismo ingresar a trabajar apenas me recibí.

Silvina se recibió de enfermera en diciembre de 2019 y trabajó desde junio de 2020 en el Hospital Interzonal General de Agudos Dr. José Penna en Bahía Blanca. Fue parte del personal de salud que combatió en la primera línea a la pandemia. 

“Terminé de estudiar en diciembre de 2019 y en junio del 2020 me llamaron para trabajar en el hospital, justamente por la emergencia sanitaria. Para mí fue todo un desafío, ya que en ese momento no sabíamos muy bien cómo se manejaba el virus, cómo se contagiaba, como eran los síntomas. Dentro de todos los que ingresamos nos mandaron a diferentes áreas del hospital y yo lo único que no quería era que me toque el Área Covid y justo me tocó ir a ese área. Estuve más de un año trabajando ahí y ahora con el paso del tiempo agradezco haber estado allí ya que me quedó una experiencia muy grande, un grupo de profesionales y amigos que me ayudaron en toda esa etapa”.

  • También practicaste básquet en 2019/2020
    • Fue en una etapa bastante complicada, a mitad del 2019. Yo venía arrastrando un cansancio con el atletismo porque estaba entrenando sola, en horarios donde mi entrenador no podía venir por su trabajo. Entrenaba por la mañana bien temprano con mucho frío, porque a la tarde me la pasaba estudiando en el Hospital. Entonces me había cansado y estaba a punto de dejar el atletismo. Fue un año deportivo bastante complicado y tomé la decisión de hacer algún deporte grupal. Tenía dos opciones: el vóley o el básquet. En octubre de 2019, en Bahía Blanca se hizo un Preolímpico de Básquet Femenino entre la selección de Estados Unidos, la de Brasil, la de Colombia y la de Argentina. El día que empieza el torneo, me cruzo con un amigo que es periodista de Punta Alta, Joel Díaz, y me comenta que iba a jugar Argentina vs. Estados Unidos. Ví el partido, el ambiente, como lo vivía la gente y las jugadoras. Fue un deporte que me voló la cabeza. Al punto que el partido fue el sábado y el lunes fui directo al Club Estudiantes de Bahía Blanca -que era uno de los pocos clubes de básquet que yo conocía- y enseguida empecé a jugar con las chicas de Primera. Aprendiendo sobre la marcha, porque no tenía mucha idea sobre los reglamentos y ni de como tirar al aro. Ya en 2020, por la pandemia entrenábamos por videollamada. Ahí aprendí muchísimo sobre el básquet y me pasaba horas mirando partidos de básquet femenino. Fue un deporte que de a poco me fue gustando mucho. Sin embargo yo seguía entrenando atletismo, más allá que estaba cansada, había algo que me decía que tenía que seguir intentando y en mi casa seguía entrenando. Cuando pude salir a correr, empecé a entrenar más y después cuando ya pude ir a la pista de atletismo.  Así llegó diciembre y participé del Nacional en Rosario.
  • Tras ese parate obligado por la pandemia volviste en gran forma a las competencias.
  • En el Nacional de Mayores de 2020 mejoré por 50 centímetros mi marca en el salto triple y ahí volvió la esperanza, ese amor y la fuerza de mis resultados en el atletismo. Agradezco hasta el día de hoy los resultados que tuve en ese campeonato nacional porque sino no estaría donde estoy ahora.

“Sabía de lo que era trabajar de enfermera pero no lo que era trabajar en una pandemia”

2021, la formación de un equipo

“En diciembre de 2020 salté 12.80 metros y me di cuenta que podía mejorar esos saltos pero tenía que hacer cambios. Estaba entrenando sola, no alimentándome bien, no suplementando bien. Lo que hacía era solo ir a entrenar, saltar y nada más. Entonces decidí armar un equipo. El primero que se sumó fue “Nacho” Carballo, el lanzador de bala, que es preparador físico. Y él me contactó con su nutricionista, Andres Diasi, para trabajar todo el tema de la alimentación. A su vez me contacto con Nati Coronel, una lanzadora de martillo que vive en Bahía Blanca que a su vez es Coach Espiritual y trabaja con las energías. También se sumó “DinamiK” un equipo de kinesiólogos de mi ciudad dirigidos por Federico Pérez que me ayudaron muchísimo. Y así en marzo de 2021 pasé de saltar 12.80 a 13.30 metros y eso me voló la cabeza. Ahí realmente comprobé que podía lograr grandes cosas.

El Sudamericano Guayaquil 2021 

“Cuando salté 13.30 en el Provincial y después 13.16 en el Nacional ya sabía que iba a participar del Sudamericano. Imaginate que para mi era mi primer Sudamericano. Nunca había participado de ningún torneo regional ni siendo menor ni en juveniles. La ilusión inmensa que tenía de poder clasificar. Esperé muchísimo poder clasificar a un torneo internacional y después todo lo que pasó fue un subibaja de emociones. Cuando nos avisaron que no viajábamos sentí que se me derrumbaba el mundo. Creo que me atrevería a decir, hasta ese momento, uno de los sueños más grandes de mi vida era participar en un Sudamericano. Y luego con lo que pasó con Santi Maratea, al final tuvo un final feliz porque  sirvió para que mucha gente del país nos conozca y conozca sobre el atletismo argentino. Fue un momento complicado pero tuvo un final super lindo”.

Silvina se clasificó en el séptimo lugar en la final de salto triple, con un salto de 12,72 metros, logrado en el tercer intento, luego de haber hecho dos nulos. En la mejora repitió los nulos y no pudo mejorar su marca.

“No me esperaba esa actuación en el Sudamericano. Estaba saltando super bien. En los entrenamientos previos metí un salto de 13.60 mts y físicamente me sentía bien. Soy consciente de que mi cabeza me jugó una mala pasada. Los nervios y la ansiedad no me ayudaron al ser mi primer torneo internacional. Pero la experiencia fue súper positiva. Pude conocer a una de las saltadoras de triple que más admiro, la brasileña Keyla Costa y poder compartir ese viaje con los chicos de la delegación fue increíble. Más allá de los resultados, la experiencia y el aprendizaje que queda fue muchísimo. Supongo que para el próximo torneo Sudanericano no me va a pasar lo mismo, me va a servir de aprendizaje”.

Lo que dejó el Sudamericano

“El boom que vivimos con los seguidores y los auspiciantes fue un cambio muy grande. Nos abrió muchísimas puertas. La publicidad que se generó y la ayuda que recibimos por la difusión de Santi Maratea fue inmensa. Después del Sudamericano, había atletas que hasta tenían clubes de fans. Muchos atletas logramos sponsors, canjes de ropa y/o de zapatillas para poder entrenar. Fue muchísimo pero lo que más valoro fue el cariño y el apoyo de la gente. Todos los mensajes que recibimos del público que hasta ahora siguen tirando buena onda. Es lo que más destaco de toda esta situación, el cariño de la gente”.

EL VIAJE A ESPAÑA

“La posibilidad de venir a España fue super rápida. En septiembre de 2021 me escribe el entrenador Carlos “Pucho” Migueltorena para decirme que estaba la posibilidad de que una saltadora de triple pueda viajar a entrenarse a España. Estábamos para ir las 2 saltadoras: Indiana Holgado y yo. Pero “Indi” se bajó al comienzo y quedé yo. Desde el primer momento que mucho no me dijo, yo le dije que sí. Hace poco me había mudado, seguía trabajando en el Hospital, tenía un montón de cuestiones que resolver por fuera del atletismo pero ni lo dudé y le dije que sí. Tenía un autito que estaba pagando y lo tuve que vender, vendí las cosas de la casa que me había comprado. En dos semanas vendí todo y conseguí los pasajes. El pasaje lo pagué una parte yo con lo que saqué de la venta del auto y otra parte con la ayuda de mi mamá con la tarjeta de crédito. Yo sabía que acá me esperaba Luis Felipe Meli, que es mi actual entrenador en Guadalajara. Que tenía una residencia donde vivir, que tenía comida. Sabía quienes serían mis compañeras de entrenamiento y de ahí la ilusión que tenía. Así es que me vine a España y hace 3 meses y medio que estoy viviendo en España.

  • ¿Cómo viene siendo la experiencia en estos primeros meses?
    • En estos 3 meses pasaron muchas cosas, conocí gente que ya se convirtieron en amigos. Gente que ni me imaginaba conocer o ni siquiera sacarme una foto y ahora pasamos las fiestas de fin de año juntos. Todo lo que pasó es increíble. En cuanto a los entrenamientos y los resultados también es increíble. Empiezo a competir en abril y la idea es arrancar buscando la marca mínima para el Iberoamericano. Creemos que también podemos lograr la marca mínima (14.32 mts) para el Mundial de Oregon. Todo está resultando súper bien en España. 
  • ¿Cómo es tu vida en el día a día?
  • Vivo en una residencia que es para estudiantes y deportistas. Conmigo viven 2 atletas peruanos: El saltador de alto José Luis Mandros y Arturo Chavez, saltador de largo. En la residencia se respetan los horarios para desayunar, almorzar y cenar. Mi día arranca a las 8.30, desayunamos y al mediodía nos vamos para la pista a entrenar, vamos caminando ya que estamos a 20 minutos de la residencia. En la pista nos encontramos con Yulimar Rojas y con el resto de los atletas. Con Luis, mi entrenador, está Ivan Pedroso y hasta Javier Sotomayor que entrena con Arturo Chávez. Imaginate que para mi ir a la pista es como estar en el paraíso todos los días, es increíble. Se entrena en la pista, hacemos días de gimnasio o en la pista en el gimnasio multiusos. También hacemos entrenamientos en la arena sobre una cancha de beach-voley. Y luego a la tarde se vuelve a la residencia para descansar.  Hasta hace un mes estuve trabajando en un restaurante argentino -que ya cerró- y ahora aprovecho ese tiempo para descansar y conocer la ciudad. Ahora llegó también a Guadalajara Yohanna Arias Dominella, entonces aprovechamos para juntarnos y salir a caminar. Y a la noche se descansa y al otro día se arranca de nuevo.
  • ¿Cómo describirías esta experiencia?
  • Para mi si hay una definición perfecta del paraíso es ir los mediodías a la pista. Es  lo que soñé muchos años de mi vida que arranque con salto triple. Estar acá en Guadalajara con la gente que estoy entrenando. Para Navidad y Año Nuevo hemos salido a bailar y a pasear con Yulimar y con todos los atletas. La gente que yo admiré todo este tiempo, ahora es mi amiga. El otro día estuve almorzando con Javier Sotomayor y su familia, otro día me llevó al entrenamiento en su auto. Es una cosa de locos, soñé mucho con esto pero no sabía que lo podía lograr tan rápido. Es el comienzo de mis sueños. Estamos muy seguros con Luife, que vamos a lograr grandes cosas, que este año vamos a saltar más de 14 metros y estamos seguros que se vienen grandes cosas para este año.
  • Por las marcas que planteas alcanzar el récord argentino es una meta.
  • Uno de los  objetivos para este año es poder lograr el récord argentino. Creo que lo vamos a lograr. En testeos y entrenamientos estoy saltando más de 13 metros con solo 5 pasos de carrera. Entonces cuando arranque  a competir en abril lo podemos conseguir. Sería un gran privilegio para mí lograr este récord argentino de salto triple.  A Verónica Ávila, la actual dueña del récord, la admiro muchísimo. Si bien nunca la pude conocer en persona o saludarla sería un honor para mí sacarme una foto y charlar con ella porque para mi es una gran referente y en definitiva es la mejor saltadora que tuvo el país. Pasó mucho tiempo desde su récord y poder igualar ese récord para mí sería un privilegio y ni hablar de romper esa marca.
  • ¿Qué objetivos tenes a corto y largo plazo?
  • Para este año el objetivo es el Iberoamericano en mayo, que debo saltar 13.50 mts que es la marca mínima para estar. Y el Mundial es una marca más grande pero como se vienen dando los entrenamientos creemos que se puede lograr. Si llego a estar en Oregon sería genial y sino voy a estar segura que dimos todo junto a Luife y en algún momento voy a participar. Estar en el Mundial y poder vivir el atletismo en su máxima expresión, con los mejores del mundo, sería increíble. Y el objetivo a largo plazo -y no tan largo plazo- sería estar en los Juegos Olímpicos. Te lo digo y se me pone la piel de gallina. Estar en París, cumplir el sueño de mi vida y ojalá que lo pueda vivir junto a Luife que me está ayudando y confiando en mí.

SILVINA ITATÍ OCAMPOS

Fecha de Nacimiento: 10/05/1996

Ciudad: Punta Alta (Buenos Aires)

Mejores marcas:

Salto Triple: 13,30 metros (+2,5 ms) – 21/3/2021 – Mar del Plata

Salto Triple: 13.16 metros – 11/04/2021 – Concepción del Uruguay

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