Club Rafaelino de Atletismo y Servicios Sociales y Deportivos (CRAS)

“Si tuviéramos un mejor lugar los logros serían mayores”

Para conocer el trabajo que realizan en el club santafesino entrevistamos a Leandro Bonamino quien junto al otrora marchista Ariel Magallanes desafían los contratiempos y entrenan a los chicos en condiciones muy adversas.

Entrevista publicada en el N° 200 (septiembre de 2018) de la Revista del Atletismo Argentino.

El fin de semana del 7 y 8 de julio de 2018 se disputó la Copa Nacional de Cadetes (Menores de 16 años) en el Centro Regional de la ciudad entrerriana de Concordia. Allí entre 590 atletas que representaron a 69 clubes de Argentina, más un representativo de Uruguay, otro de Paraguay y otro de Perú sobresalió consiguiendo el tan ansiado título el CRAS de la ciudad santafesina de Rafaela. El Club Rafaelino de Atletismo y Servicios, una pequeña institución creada hace 18 años obtuvo el primer puesto en la categoría mujeres, el tercer puesto en varones y así consiguió el primer puesto en la tabla general. 

Para conocer el trabajo que realizan entrevistamos al Profesor Leandro Bonamino quien junto al entrenador y otrora marchista Ariel Magallanes desafían los contratiempos y entrenan a los chicos a veces en condiciones muy adversas. 

Leandro, ¿Cómo describirías al CRAS?

Somos un club muy chico de la ciudad de Rafaela fundado en el 2000, de esa camada solo queda el vicepresidente actual. En ese momento el club no era de atletismo, capacitaban banderilleros y todo lo relativo a la señalización en la seguridad para carreras de autos. Después fueron enfocándose en el atletismo. Empezaron en el pedestrismo, con carreras de 10 kilómetros y en 2007 pasaron al atletismo convencional con pocos chicos. Hoy tenemos un club bien formado en atletas, con entrenadores y con padres participativos, con ganas de seguir consiguiendo logros y buscando que se mantengan en el atletismo cuando lleguen a mayores.

¿Cómo son las instalaciones del club?

Contamos con un predio muy pequeño con unos 30, 35 de ancho por casi 60 de largo. En ese pequeño rectángulo tenemos distribuidos todos los entrenamientos de las disciplinas del atletismo. Tenemos una corredera de salto en largo que es de cemento. Una jaula que es muy precaria para el nivel de lanzadores que tenemos en la actualidad. Para hacer las rectas de velocidad no tenemos lugar. Más allá de estas condiciones que tiene el predio, tratamos de abocarnos lo más posible a los entrenamientos de las diferentes pruebas para que los chicos puedan llegar a competir y con buenos rendimientos. Podemos hacer un buen trabajo pero estimamos que si pudiéramos tener un mejor lugar, más acorde, los logros serían mayores. 

¿Cuáles son algunas de las adversidades que deben superar?

Por ejemplo, entreno un lanzador de martillo categoría U18 y teníamos un solo martillo de 5 kg en malas condiciones que el otro día se rompió. En 20 días competirá en la Copa Nacional U18 y no tiene el martillo correspondiente para entrenar, desde ese día entrenamos con el martillo de 6 kg. Otro ejemplo, el otro día entrenando a una atleta U16 en garrocha como no tenemos obviamente la zona para entrenar salto con garrocha lo que hacemos es poner dos colchones de alto en el cajón de arena y hacemos un sector de clavado de la garrocha con una plataforma de goma en la propia arena y haciendo un ejercicio sumamente fácil, de entrada en calor, de clavado, al caer en la unión de los dos colchones le quedó el pie trabado y se rompió los ligamentos del tobillo. A los lanzadores de martillo los entreno después de las 20:30 porque a esa hora ya no hay tanto tráfico por el miedo a que el martillo pueda salir fuera del club, porque la jaula está a menos de 5 metros de la avenida, como alguna vez nos pasó que el martillo se fue afuera y gracias a Dios no pasó nada, entonces tomamos la determinación de entrenar a partir de esa hora o esperar a que no haya tanto tráfico porque corremos el peligro de que ocurra un accidente al caer en la calle. Por estas cosas es un trabajo más integral el que realizamos no solo entrenamientos de atletismo. 

¿Cuentan con algún apoyo público o privado?

La comisión directiva del club está realizando gestiones con el gobierno municipal. Ahora apareció una empresa que al ver los logros de la Copa de Cadetes se acercó para colaborar como una especie de sponsor para colaborar con los viajes y la compra de materiales.

¿Cuántos chicos entrenan en el CRAS?

Tenemos alrededor de 130 chicos entre mosquitos y mayores.

“A los lanzadores de martillo los entreno después de las 20:30 porque a esa hora ya no hay tanto tráfico por el miedo a que el martillo pueda salir fuera del club, porque la jaula está a menos de 5 metros de la avenida”

¿Cuáles son los atletas más destacados?

Con Ariel Magallanes entrena Sofía Kloster que hizo el récord U23 argentino de 10 k en ruta, conmigo entrena Valentín Menozzi lanzador de martillo que está entre los 3 o 4 mejores U18, Lucas Suárez combinadista el año pasado fue a los Sudamericanos escolares, Araceli Mondino que es entrenada por Ariel y por su papá. Mateo Méndez, categoría 2004, tiene buenos rendimientos en lanzamiento de disco y de martillo y corre debajo de 10” los 80 metros llanos. Son chicos que no son muy conocidos porque están en su primer año de cadetes pero seguramente van a dar mucho que hablar, tienen buenas condiciones y mucha proyección. La base está, el trabajo es potenciarlos y esperando que cuando sean mayores se mantengan en el deporte.

¿Cómo llegaste al CRAS?

Soy profesor de educación física y preparador físico. Jugué toda la vida al fútbol y en 2013 tuve la posibilidad con 21 años ser el preparador físico del club  9 de Julio, un equipo que disputa el Torneo Argentino B y creía, en ese momento, que iba a vivir siempre del fútbol. Hasta que se me presentó la posibilidad de estar a cargo de este club, no era solo la propuesta de enseñar atletismo sino un trabajo más amplio, un desafío porque no había hecho nunca atletismo. Ese primer año 2014 lo tomé de transición y en 2015 comencé con los cursos de IAAF con disertantes de la CADA y al trabajar en las escuelas de la zona fui invitando a los chicos que veía que tenían talento pero también a todos los chicos que quieran sumarse porque es una tarea social la que se realiza. Mostrarles las cosas que pueden conseguir si se esfuerzan, si entrenan. Siempre digo que no hace falta haberse destacado como atleta sino dar todo de uno con sacrificio para tener los mejores resultados. Soy un entrenador que me baso en las estadísticas y me apoyo siempre en la información que publican en la revista. 

¿Cómo era la situación del club cuando comenzaste?

En el CRAS arranqué en 2014, había 20, 25 chicos en el club que no competían. Hasta ahí solo participaban en competencias en un club de Rosario una vez al año. Cuando arranqué vi que era potencialmente una mina de oro porque no era un deporte popular en la ciudad. En ese momento se crearon los Grand Prix y empezamos a competir, se sumaron muchos chicos y en 2017 se sumó Ariel Magallanes y también está Laureano Muñoz que entrena iniciación, a los mosquitos y a los pre-infantiles. Por el espacio que tenemos se complican los entrenamientos en conjunto, Ariel entrena un grupo de atletas por la mañana y a la tarde, mientras yo entreno otro grupo después de las 18:00 horas. Así obtuvimos muchos logros y podremos tener muchos más con voluntad y sacrificio. A Concordia sin sacrificio no podríamos haber viajado. 

¿Cómo recordás esos días en Concordia?

El fin de semana de competencia hizo un frío casi inaguantable. Hace 8 meses le venía diciendo al presidente del club que la Copa U16 de 2018 la íbamos a ir a pelear porque sabía con los atletas que contaba. Después el sábado no tuvimos una buena jornada, no fue una excusa pero el clima no acompañó. Tuvimos 5 chicos que corrieron los 110 m. con vallas con 4 de ellos con tiempos para disputar la final y lo consiguió solo uno. Después tuvimos dos atletas con partida en falso, una atleta de lanzamiento de disco que no consiguió acceder a la final como planeábamos. Se les cayó la posta a los varones en la prueba de 5×80. Fue un día atípico con altibajos pero pudieron levantar el rendimiento el domingo. El sábado a la noche tuve una charla con todos los chicos porque veía que mostraban falta de atención, pero de los 27 que competían había 22 que era la primera vez que disputaban esta copa. Estaban acostumbrados solo a los Grand Prix y en esta Copa había mucho nivel y más chicos, por suerte se pudieron enfocar para conseguir los resultados el domingo que nos posibilitó ganar la Copa.

La octava edición del Campeonato Sudamericano para Menores de 23, programada originalmente para fines de octubre de 2018 en Córdoba, se adelantó para el 29 y 30 de septiembre, de acuerdo a lo informado oficialmente por ConSudAtle. Y la sede será el estadio Jefferson Pérez en Cuenca (Ecuador). Como consecuencia de estos cambios de calendario, el Campeonato Nacional en La Plata se traslada al 27 y 28 de octubre. Estas modificaciones han repercutido negativamente en las aspiraciones de atletas del CRAS que tenían expectativas de poder estar en el citado torneo internacional. Pero se redujo el cupo a 20 atletas y las marcas referenciales quedaron obsoletas porque eran para competir en Argentina y no quedan torneos para ser evaluados. “Ariel Magallanes entrena a Sofía Kloster, al bonaerense Jonatan Acevedo y a la formoseña María del Rosario Majda y el objetivo más importante del año era lograr el pasaje al Sudamericano Sub 23. Con este cambio de fecha solo queda aceptarlo. Intentó Ariel pedir prórrogas y no se pudo. No tienen posibilidad de plasmar las marcas y pierden este objetivo”, explicó Bonamino.