
Eulalio Muñoz, el sucesor
“El sucesor de los corredores de maratón del país”

Por Domingo Amaison
Editor: Luis Darío Pintos
Para empezar quiero compartirles una anécdota de mis años de atleta que demuestra el espíritu bravo y aguerrido de los maratonistas patagónicos. A continuación, contextualizado con sus coterráneos que le marcaron un camino, les presentaré la historia de vida del esquelense Eulalio Muñoz que es, a mi entender, el llamado a ser «el sucesor de los corredores de maratón del país».
Para empezar quiero compartirles una anécdota de mis años de atleta que demuestra el espíritu bravo y aguerrido de los maratonistas patagónicos. A continuación, contextualizado con sus coterráneos que le marcaron un camino, les presentaré la historia de vida del esquelense Eulalio Muñoz que es, a mi entender, el llamado a ser «el sucesor de los corredores de maratón del país».
Era una mañana agobiante de noviembre en 1973. Estaba programado, a través de la Federación Atlética de la Provincia de Buenos Aires, el Campeonato Nacional de Maratón en La Plata como parte de los festejos del 92° aniversario de la fundación de la ciudad.
La largada se realizó dentro del bosque platense y debíamos tomar, a poco de andar, el camino que conduce a la ciudad de Magdalena. Comenzó a las 9 en punto, ya bajo un fuerte sol y con alta temperatura. Fuímos 15 participantes, el starter fue el Presidente de la Federación Platense de atletismo, Dr. Raúl Caro Betelú. Recuerdo que salimos hacía la calle 1 y luego de dar unas vueltas nos encaminamos hacía la ruta que va hacia la ciudad de Magdalena. Sobre esa ruta recorrimos la mitad de la competencia, bajo un tremendo calor, sin puestos de hidratación, sin atención médica, solo acompañados por una motocicleta de la policía y una camioneta rastrojera donde se trasladaban un par de jueces. Al llegar al kilómetro 21 del recorrido giramos en «U» sobre la ruta e iniciamos el regreso.
El atleta Ramón Cabrera se había destacado delante del grupo por más de un kilómetro y lo perseguían Alberto Ríos y Efraín Edmundo Manquel; detrás de ellos íbamos en un mismo grupo: Nazario Araujo, Albino Saldivia, Cipriano Sánchez y yo. Un poco más atrás estaban: Eduardo Pimentel, José Mayorga, Carlos Funes, Alfredo Aguirre y Ramón Siles. En un momento, el neuquino Cipriano Sánchez se adelanta intentando desprenderse de nuestro grupo. Vemos que se detiene, se descalza y… ¡con los dientes comenzó a cortarse la puntera de sus zapatos!!! Lo consiguió, se los colocó y siguió corriendo con los dedos de los pies al descubierto, totalmente lastimados. Fue impresionante ver de qué manera, él llevaba los pies todos desechos y ensangrentados. Y digo zapatos porque en esa época usábamos el calzado de cuero que nos confeccionaba el voluntarioso y querido amigo Ramón Creo, de la calle Monasterio 331 del Barrio de Parque Patricios, muy cercano a la sede del club Huracán.
La clasificación fue: 1-Alberto Asunción Ríos 2:30:36 (Capital Federal); 2-Efraín Raimundo Manquel 2:31:22 (Chubut); 3- Ramón Cabrera 2:31:48 (Capital Federal); 4-Domingo Amaison 2:33:05 (Capital Federal); 5-Fernando Molina 2:36:54 (Capital Federal); 6-Alfredo Aguirre 2:45:46 (Capital Federal); 7-Cipriano Sánchez 2:48.11 (Neuquén); 8-Albino Saldivia 2:53:15 (Chubut); 9-Eduardo Pimentel 3:01:15 (Capital Federal); 10- José Mayorga 3:04:22 (Chubut); 11- Ramón Siles 3:21:45 (Prov. de Bs As.); 12-Carlos Funes 3:24:36 (Prov. de Bs As).
Chubut, tierra de maratonistas
Efraín Raimundo Manquel fue uno de los mejores atletas chubutenses de maratón de la década del 80 y precursor de los corredores de maratón en su provincia. Su historia en la distancia larga se inició el 30 de septiembre de 1979 en la Maratón de Mar del Plata con un registro de 2:23:53. En 1986, en la Ciudad de la Rioja, repitió esa misma marca. Fue uno de los primeros ganadores de la Maratón Adidas de la República Argentina, además fue un excelente corredor de 5 y 10 mil metros.
Si bien Manquel fue uno de los promotores de la maratón en su provincia, también debemos destacar que el primer corredor de maratón allí fue el comodorense Nazario Araujo, quien en el Campeonato Sudamericano realizado en 1969 en Quito debutó clasificándose cuarto con 2:50:08, a 2600 metros de altura sobre el nivel del mar. Y fue el representante argentino de maratón en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, pero debió abandonar totalmente extenuado.
En 1997 recibí una invitación para ir a presenciar la Maratón de Los Ángeles, con la posibilidad de ir acompañado de un atleta argentino. Al esquelense Carlos Edgar Barría lo había visto ganar en 2:20:40 en la Maratón Adidas de la República Argentina en Buenos Aires, dejándome muy buena impresión. Por lo que decidí ponerme en contacto con su entrenador y les propuse ir a correr la maratón a Los Ángeles. Durante el viaje pude conversar con Barría en profundidad sobre su vida en Esquel y sus entrenamientos.
Muchas cosas que me contó allí me quedaron grabadas hasta hoy: cómo entrenar bajo condiciones límites, con muy bajas temperaturas, sin ningún tipo de apoyo, más allá de lo que le brindaban su entrenador y algunos amigos.
Durante mucho tiempo vivió tomando créditos y empeñando su sueldo para poder pagarse los viajes y salir a competir fuera de Esquel. Su historia me sonaba muy similar a mis épocas de inicio en la actividad deportiva. Pudimos, en ese viaje, crear un hermoso puente de amistad que perdura hasta la fecha. Carlos Edgar Barría corrió brillantemente la maratón de Los Ángeles y se clasificó en el décimo lugar con 2:23:04, estaba muy feliz de haber tenido ese gran desempeño, a tal punto que al año siguiente fue invitado nuevamente, pero no pudo viajar.
Vean el alto nivel competitivo que tuvo esa maratón: 1-El Maatí Chachan 2:14:15 (Marruecos); 2-Tesfaye Bekele 2:14:21 (Etiopía); 3-Juan Salvador 2:16:08 (México); 4-Jacinto López 2:17:41 (Colombia); 5-Margarito Ramírez 2:18:27 (México); 6- Ignacio Cuba 2:20:13 (Cuba); 7-Masakutsu Maruta 2:22:07 (Japón); 8-Kosuke Fijimura 2:22:22 (Japón); 9-Benito Valencia 2:23:03 (México); 10-Carlos Barría 2:23:04 (Argentina). Y para que tengan una idea en el puesto veinte arribó el guatemalteco Marcos Juárez con 2:29:32.
Sabido es que Chubut tuvo otros buenos referentes en maratón y en otras distancias. Juan Queipul y Albino Saldivia demostraron su calidad deportiva en las décadas del 70, 80 y 90. Así vemos reflejada la presencia histórica de Chubut en las carreras de larga distancia hasta llegar a la actualidad con mucha más frecuencia de competencias. Pensemos que en aquellos años no se podía pensar en correr más que una o dos maratones en el año. Y a eso se le sumaban las distancias que nos separaban de las grandes urbes donde se podía llegar a participar. No teníamos ni los medios, ni las frecuencias de transporte accesibles como hoy se disponen. Más allá de lo económico y que hoy podemos llegar a cualquier país donde nos ofrecen buenas y honorables competencias de maratón.
Ahora, que ya estamos en contexto, quiero contarles una historia real de lo que es el atletismo de gran fondo en la provincia de Chubut. Pero quiero decirles, con todo respeto, que no soy periodista ni tampoco pretendo serlo. Solo escribo vivencias del deporte que me tocó practicar desde 1947.
Hace tres años fui invitado a una media maratón para recibir una distinción. Allí me encontré con el editor de la revista Atletismo Argentino, Don Edgardo Fontana, quien estaba junto a un entrenador y un atleta. Me los presentó, luego ambos se retiraron y nos quedamos conversando con Fontana sobre el pobre rendimiento que había en el atletismo de fondo. Después me comentó que a quienes me había presentado eran de Esquel, Chubut.
Allí recordé que justo otro atleta de esa zona me había pedido ayuda para estar presente en esa competencia pero que aún no lo conocía. En resumen, ese atleta nunca me vino a saludar ni menos agradecerme por la ayuda, pero eso sí al año siguiente volvió con su pedido y ahí lamentablemente ya no accedí.
Pero en el tiempo que seguimos conversando con Fontana me dijo: «Esta gente es de diez, muy educada y respetuosa. Son gente que se gasta el sueldo y se empeñan para venir a correr a Buenos Aires». Pocos minutos después de esa conversación con mi amigo Edgardo, me acerqué al entrenador y al atleta y así surgió una amistad que hace tres años iniciamos.
El entrenador se llama Rodrigo Pelaez, nacido en Esquel, el 6 de mayo de 1975. Es profesor de Educación Física. El atleta se llama Eulalio Muñoz, nacido en la comarca de la Meseta Central de la Provincia de Chubut, Departamento de Cushamen de la localidad de Gualjaina, a orillas del río Lepá.
Eulalio Muñoz comenzó a practicar atletismo a los 17 años. En 2019, a sus 24 años, corrió sus primeras dos maratones, en Rotterdam realizó 2:15:48 y el 25 de agosto en la Maratón de Buenos Aires realizó 2:12:23, quedando en el séptimo puesto. Aquí les comparto los resultados: 1-Evans Kiplagat Chebet 2:05:00 (Kenya); 2-Reuben Kipop Kipyego 2:05:19 (Kenya); 3-Daniel Kipkore Kibet 2:06:52 (Kenya); 4-Allan Kipkorir Kiprono 2:10:12 (Kenya); 5-Derlys Ramón Ayala 2:10:27 (Paraguay); 6-Joaquín Emanuel Arbe 2:11:02 (Argentina); 7-Eulalio Muñoz 2:12:23 (Argentina).
El profesor Rodrigo Peláez está abocado a la formación de atletas de nivel internacional, tal el caso del joven y promisorio discípulo Eulalio Muñoz. Hay un plan, un proyecto que cumplir, más allá de la participación en algunas competencias que sirvan para solventarse en el día a día. Sin importarles muchas veces ir en búsqueda de un resultado o una marca que trascienda nuestras fronteras, al representar al país en certámenes internacionales, verán ustedes el reflejo de un trabajo con criterio de acuerdo a las necesidades del joven atleta. En este sentido me he adelantado a ustedes, posiblemente por haber estado un poco más cercano a este binomio Entrenador-Atleta, y voy a ser directo al decirles que no tengo ninguna duda sobre el camino que ellos han trazado. Todos nos hemos equivocado y no soy la excepción pero esta vez no estaré en ese camino. Creo tener un poco de olfato y debo decir con toda claridad que estamos frente a un joven atleta que está llamado a ser: EL SUCESOR DE LOS CORREDORES DE MARATÓN DE NUESTRO PAÍS.
Eulalio Muñoz entrena de lunes a sábados y en preparación especial de lunes a lunes. Los días hábiles en doble turno y los fines de semana un turno. El pasado 25 de agosto corrió su segunda maratón, con un tiempo de 2:12:23 fue tercero en el campeonato sudamericano y segundo en el campeonato nacional.
Las dos maratones corridas hasta el momento las preparó íntegramente en la ciudad de Esquel. No ha realizado ningún entrenamiento en altura por los pocos recursos que disponía.
Ahora está junto a su entrenador planificando y llevando adelante un proyecto de preparación, con la idea de cumplir su sueño: Ser representante argentino en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tanto él como su entrenador están convencidos que con actitud positiva y sacrificios todo se puede lograr.
Dicen que de nada vale quejarse. «Si hay apoyo somos muy agradecidos y sí no, no nos limita, vemos la manera, ponemos de nuestros bolsillos hasta donde nos da, y todo lo entendemos como una inversión, que tal vez un día nos dará sus frutos» me dijo Peláez.
Luego del Maratón de Buenos Aires planificaron correr el maratón de Valencia (España) el próximo 1° de diciembre.
Saben que han encarado un proyecto bastante ambicioso, pero también saben que están en buen camino.
El futuro viaje y el plan de entrenamiento están enfocados con 35 días en la altura de la ciudad peruana de Huancayo, donde se reunirán con el equipo peruano a 3.200 metros sobre el nivel del mar donde realizarán la última parte del entrenamiento para llegar a España el 27 de noviembre.
El proyecto es ir en busca de una marca para representar al país en los próximos Juegos Olímpicos. Hay que querer mucho al atletismo y, sobre todo, tener alma de patriota y sentimientos nobles en un país donde las cosas están desquiciadas. Ellos son dos jóvenes ambiciosos y leales a un atletismo de futuro incierto para encarar un proyecto de tal naturaleza, sin los medios adecuados. Hay que tener temple para hacer atletismo y llegar a los primeros planos en medio del silencio, la orfandad y el descreimiento.
Este proyecto que han iniciado el 25 de agosto, el binomio entrenador-atleta de la ciudad de Esquel, lo vienen trabajando en realidad desde hace tiempo con los pocos medios que disponen. Y sin dejar de considerar el apoyo de los familiares y amigos, que siempre están presentes con sus palabras de estímulos y cuando han podido también acercándoles alguna ayuda económica, sin tener aquellos que pedir nada. Es realmente imposible de medir lo que representa este esfuerzo, tan solo por ir detrás de un logro deportivo y enaltecer así el atletismo de nuestro país.
Los que estamos ligados al atletismo de fondo sabemos que Argentina hace tiempo ha perdido la hegemonía en el concierto internacional. Cuando en otros tiempos, no muy lejanos, nuestro país era líder indiscutible en las competencias atléticas de la región y nuestros atletas eran referentes indiscutibles en el concierto mundial. Hoy nos encontramos despojados de todo aquello. Y solo hay algunas excepciones pero sabemos que «una golondrina no hace el verano».
Todos sabemos lo que significa un proyecto, con sus éxitos y fracasos, pero debemos pensar en lo primero y allí iremos a acompañar a estos dos muchachos argentinos al maratón de Valencia (España). Finalmente, les dejo una idea de lo que les representa en lo económico este proyecto en números. Es un presupuesto ya definido.
EULALIO MUÑOZ
Eulalio Muñoz nació el 16 de julio de 1995 en Gualjaina, un pequeño pueblo a 80 kilómetros de Esquel. Se crió en una familia humilde, vivió desde niño en el campo en el Paraje «Piedra Parada», más tarde se fue con sus padres a vivir a Gualjaina. Su familia está compuesta por su madre Clotilde de 60 años, su padre (fallecido), y tiene 3 hermanos: Antonio, 35 años, trabaja en la zona rural; Albino, 28 años, es empleado municipal y Violeta, 26 años, tiene una hija de 9 años. Comenzó a jugar al fútbol, disciplina que lo vio nacer deportivamente. Poco tiempo después el club donde asistía cerró sus puertas e incentivado por unos amigos comenzó a correr, sin tener mucha idea de cómo hacerlo. Allí conoció a una profesora de Educación Física del pueblo, Andrea De la Cerda, que lo ayudó en sus entrenamientos, convirtiéndose en su primera entrenadora.
Tiempo después se comunicó conmigo, luego de un provincial de cross donde se clasificó segundo, y me preguntó sí lo podía entrenar. Le dije que sí pero que sería conveniente que se viniera a vivir a Esquel. Lo pensó unos días y se vino solo con 17 años. Era difícil la situación porque no tenía medios para hacerlo. Le conseguí una beca de contraprestación laboral de la provincia de $1.000, por los cuales debería trabajar 4 horas al día. Después conseguimos una pensión donde pagaba $400 por mes y con los $600 restantes debía vivir. Pude lograr que la contraprestación la hiciera el Centro Social Familiar, conseguimos el pase de colegio y entonces asistía a la escuela y a la salida podía comer en la guardería y luego ahí mismo cumplir las horas laborales. Fue muy difícil para él, porque al poco tiempo, su padre enfermó y falleció. Siguió perseverando, poniendo mucho de sí y las cosas comenzaron a cambiar. Comenzó a ganar competencias, se consagró campeón argentino y pasó a integrar la selección. Terminó los estudios secundarios y por su buen desempeño logró un empleo fijo donde cumplía la contraprestación, lo cual lo convirtió en un empleado de la provincia, logrando alquilar solo y costear sus gastos. Su lugar de trabajo actual es el Centro Acción Familiar de Esquel, donde comenzó como personal de limpieza. Hoy es administrativo, se desempeña de lunes a viernes de 8 a 14 horas. Luego Nike lo incorporó a su equipo de atletas y recientemente Herbalife también lo esponsorea. Lo que le pagaron lo invirtió comprando su pasaje para competir en Europa. Corriendo su primera maratón en la ciudad de Rotterdam, Holanda, donde realizó 2:15:48. Además este año Chubut Deportes le otorgó una beca con la cual se cubre gastos de masajista y vitaminas para la recuperación y el mantenimiento físico. El equipo médico que nos respalda es aportado por el municipio y está a nuestra disposición.
Para poder correr la Maratón de Valencia 2019, cuentan con un posible aporte del gobierno provincial, el cual aún no está confirmado. Además un grupo de amigos ha lanzado un bono contribución, con el fin de recaudar algún dinero, como medio para ayudarlos. De todas maneras, ellos no están pidiendo ayuda y están contando como medio para afrontar los gastos, con sus propios fondos, para lo cual estarán sacando un préstamo.
Quiero expresarles, sin temor a equivocarme, que éste es un fiel reflejo de lo que es el atletismo argentino, una actividad gastada y abandonada en nuestro medio, esto no lo duden, es así y hasta olvidada para los tiempos que corren y no dejo de pensar en cientos de jóvenes que han sido postergados dentro de nuestro deporte. Es lamentable que nuestros dirigentes no han tenido la lucidez de haber sabido ofrecer y vender esta noble actividad. Me viene a la memoria el haber leído, ya hace más de 70 años, los pasajes de la vida en el atletismo de grandes atletas y hombres, con los cuales siempre me he sentido plenamente identificado, más allá de haber conocido y convivido con varios de ellos, quienes emigraron de sus pueblos y ciudades natales en busca de mejores condiciones de vida para poder practicar y desarrollarse en el atletismo.
Así recuerdo a: Juan Carlos Zabala, surgido de un orfanato de La Colonia Marcos Paz, provincia de Buenos Aires; Delfo Cabrera, surgido de Armstrong, Santa Fé, siendo peón rural; Reinaldo Berto Gorno, surgido de las tierras de Yapeyú, Corrientes, era trabajador rural y nunca pudo ir al colegio; Luis Oliva, nacido y criado en un pueblo muy pequeño, de nombre La Paz de Villa El Totoral, su oficio era cortador de ladrillos y en otros momentos peón rural; Fernando Ciccarelli, era peón rural surgido de los campos cordobeses; Gumersindo Gómez, peón rural y cortador de ladrillos en Arguello, Córdoba; José Ribas, canillita; Armando Belivet Pino, nacido en la localidad tucumana de Los Guayacanes, era trabajador en los cañaverales de azúcar;Raúl Ibarra, nacido en Concordia, Entre Ríos; Alberto Concepción Ríos, nacido en Arrecifes, provincia de Buenos Aires, era trabajador rural; Walter Lemos, surgido del pueblo de Sunchales, en Santa Fé, su oficio era trabajador rural y más tarde
RODRIGO PELÁEZ, ENTRENADOR DE EULALIO MUÑOZ
Mi nombre es Rodrigo Peláez, soy Profesor de Educación Física y Entrenador Nivel 1 de la IAAF. Trabajo en la formación física de los jóvenes de mi ciudad Esquel, doy clases en el Centro de Acción Social Familiar que pertenece a las Escuelas Municipales y también estoy en el Club que cofundé: Awkache, que en el vocablo mapuche significa «bravo, aguerrido, con coraje». También tiene que ver con el bagual, que es el potro o el caballo no domado. En algunas regiones se los denominaba así a los mapuches guerreros que iban al frente. Gran parte de los que integran el Club son de descendencia mapuche y es por eso el espíritu que intentamos darle.
He tenido la suerte que más de diez atletas que entrené fueron campeones argentinos. Martín Nancucheo, múltiple campeón de las categorías sub-18, sub-20, sub-23 y mayores; Bruno Trecamán, campeón de cross 2013; Silvana Corbalán, campeona Evita 2012 en 5000; Eliana Oviedo, campeona Evita 2011; Beatríz Moncá, múltiple campeona de maratón master; Karina Neipan, tetra-campeona de maratón; Darío «Lalo» Ríos, campeón de montaña, trail y maratón; Joaquín Arbe, también se formó bajo mi dirección en nuestra Escuela y fue parte durante ocho años, consagrándose varias veces campeón en diferentes distancias y Eulalio Muñoz, campeón en varias ocasiones, sobre distancias medias y largas.
Detrás de mi trabajo cuento con un equipo de profesionales que me sustentan y con quienes realizamos un abordaje integral de los atletas. El Doctor José Tellechea, médico clínico y especialista en Deportología; el Licenciado Juan Cruz Bañi Barrí, psicólogo; la Licenciada Liliana Godoy, nutricionista; y Mauricio Rekena, masoterapeuta.
Mantengo contacto con atletas de prestigio, tales como Andrés Espinosa, el mejor maratonista mexicano de la historia, con quien me he asesorado e incluso realizaremos juntos un campo de entrenamiento junto a Rodolfo Gómez, responsable del gran momento que atraviesa el atletismo peruano. He compartido charlas y coloquios técnicos con entrenadores de la talla del italiano Renato Cánova. Considero que cada uno de estos encuentros y experiencias me enriquecen y me ayudan a tener una visión diferente del atletismo, puntualmente en cuanto a los entrenamientos. Gracias a Karina Neipan y a «Lalo» Ríos pude viajar por Europa. Participamos en los maratones de Berlín 2012, 2014 y 2015 y de Rotterdam 2012 y 2016. También en los Campeonatos mundiales Moscú 2013 y Valencia 2016.
Las planificaciones varían de acuerdo a las fases y objetivos en cuestión, no me encasillo en una forma estereotipada de un autor, sino que intento ser criterioso y dinámico de acuerdo a las necesidades de los atletas que entreno. A cada uno de los chicos que entreno los he formado desde cero, salvo a Eulalio Muñoz, que lo explicaré más adelante.
Ahora estamos usando un campo de entrenamiento sobre altura, en la medida que lo económico nos permite, lo cual me parece fundamental para lograr valores de hematosis más favorecedores en pruebas de resistencia. Aunque es claro que no es éste el único factor determinante de rendimiento. También lo son un volumen máximo de oxígeno acorde, una composición corporal y demás factores que hacen a un atleta que busca un desarrollo y una performance destacada a nivel internacional.
No uso el gimnasio porque tengo un escenario natural donde trabajar las diferentes capacidades físicas de cada atleta, respetando la especificidad del movimiento lo cual me parece preponderante.
No soy muy amante de los intervalos muy extensos en las distancias de repeticiones. Trabajo bastante los tiempos, pero sin abusar y voy en busca de los tiempos teniendo en cuenta la maduración del atleta para la misma.
Pienso en un atletismo «más atrevido», en buscar cosas diferentes y para eso la aptitud debe ser acorde. No uso planes de carreras conservadores porque nos ubicamos en un país donde estamos alejados de la verdadera élite. Y ser conservadores aquí sería como ser un tuerto en el país de los ciegos. No es fácil hablar de entrenamiento pero a grandes rasgos esto es lo que pienso. A veces hablo con Leonardo Malgor e intentamos intercambiar conceptos. Con el resto no lo hago porque veo que todos saben todo. Se critica mucho y en los hechos se hace muy poco. Uno nunca deja de aprender y como no se todo, no soy la excepción.
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