Apr 12, 2021

Entrevista a: Maximiliano Díaz

Desde su irrupción en 2009 -con tan solo 20 años- batiendo el récord nacional absoluto de salto triple que estaba vigente desde 1983, el salteño Maximiliano Díaz ha conseguido destacarse en una prueba compleja y de mucha coordinación. En plena vigencia, en 2020 logró su 10° título nacional convirtiéndose en el más ganador de la historia. 

En el 100° Campeonato Nacional de Mayores en Rosario, en diciembre pasado, en la pista bautizada Luis Antonio Brunetto en honor al primer plusmarquista de salto triple, Díaz logró su 10° título nacional superando al mendocino Ángel Gagliano. Venía de ganar en Lima 2019 su segundo título Sudamericano. Hoy es uno de los atletas argentinos que sueña con clasificarse a los Juegos Olímpicos de Tokio buscando quedar entre los mejores 32 del ranking mundial. “La clasificación por puntos es una posibilidad concreta. En cambio, hacer la marca mínima es muy difícil, sólo 10 atletas en el mundo la consiguieron. Habría que superar los 17,14 metros. Debería estar entre los mejores 32 del ranking mundial por puntos, hoy estoy 30°. Este es sin duda el mayor desafío de mi carrera. Y estoy con mucha ilusión, feliz por estar entrenando tan bien”.

  • Maxi, ¿cómo fueron tus comienzos en el atletismo?
  • Mi mamá me llevó en el 2003, yo tenía 15 años, a ver unos Juegos Trasandinos. Un torneo en las provincias del norte que se hacía con atletas de Argentina, Perú, Bolivia y Chile. Ahí estaba un atleta que yo tomé como referente y después terminó siendo mi amigo que era Sebastián Lasquera. Lo ví corriendo los 400 metros llanos y dije “quiero ser como él”. Y a los dos meses mi mamá ya me llevaba a entrenar. Ella hacía atletismo pero iba de vez en cuando por su trabajo. Yo empecé con un entrenador que era de iniciación y en noviembre ya comencé con Carlos Visentini y con Mariana Díaz. Como les dije que quería correr 400 metros, empecé a practicar los 100, los 200, los 300 hasta que arranqué con los 400 y me quedé un par de años. De ahí pasamos a 400 con vallas hasta el 2008.
  • ¿Cómo comenzaste a practicar salto triple?
  • En un Trasandino 2007 faltaban chicos para completar los cupos en algunas pruebas y como no se presentó nadie en triple me preguntaron si quería saltar. Yo no tenía ni idea. Lo máximo que había hecho una vez era salto en largo. Ahí me anoté en triple, salté sin saber y terminé haciendo 14.10 metros, una marca muy buena. Ahí mi entrenador me dijo que estaría bueno que empiece a practicarlo. Yo no estaba atraído por los saltos, a mí me gustaban mucho los 110 y los 400 metros con vallas y quería seguir manteniéndome en eso. En 2008 había mejorado mucho en los 400 llanos y los 400 con vallas. Pero ese mismo año me lesioné haciendo 400 con vallas y me había perdido el Sudamericano. Ahí mi entrenador me dice que para el Nacional Sub-23 no iba a llegar a recuperarme para correr los 400, porque no probaba saltando. Yo estaba bajoneado porque me había perdido el Sudamericano y acepté probar con el salto triple. Fui al Nacional Sub-23 y salté 14.80 metros y terminé siendo campeón nacional. Ahí Carlos, mi entrenador, ya me dijo que tenía que seguir con el salto triple. Y después en 2008 también en Santa Fe se hizo una clínica de Saltos horizontales, fuimos con Carlos y otro chico de Salta y conocimos a un entrenador de Brasil, Neilton, que era el hermano de Nelio Moura (entrenador bicampeón olímpico de saltos). Neilton me pidió que hiciera un par de saltos, salté 16.80 y me dijo que tenía buenas condiciones para el salto triple. Ahí mi entrenador me dijo que nos dediquemos de lleno al salto triple que nos iba a ser más fácil clasificar a los torneos antes que con las vallas. Porque en esa época en vallas estaban (José Ignacio) Nacho Pignataro, Christian Deymonnaz y Emiliano Suárez, que eran muy buenos corredores y estaban siempre entre los primeros puestos y yo quedaba siempre entre los 5 primeros.

“En los Juegos Trasandinos 2007 me preguntaron si quería saltar triple. Yo no tenía ni idea. Salté sin saber y terminé haciendo 14.10 metros, una marca muy buena”

  • ¿Cómo fueron las primeras competencias ya en salto triple?
  • En febrero de 2009 en el primer torneo del año en Salta, hice una marca de 15.25.  Después en un Grand Prix salté 15.40, de ahí pasé a 15.62 en el Nacional Sub 23 que logré el récord argentino Sub 23. Y el fin de semana siguiente en la Copa Nacional de Clubes en Rosario hice 5 saltos. El primero 15.57, el segundo logré 15.67 ya era nuevo récord sub 23, después hago un nulo, sigo con 15.93 superando otra vez el récord sub 23 y en el último de mis saltos alcancé 16.43 donde me avisan que soy el nuevo récord argentino absoluto. Hasta ese entonces yo no tenía idea de cuánto era el récord argentino, ni quienes eran los otros saltadores. Yo solo saltaba y luego me iba a mi casa. En 2009 también gané mi primer Nacional de Mayores con 15.55 y viajé a mi primer Sudamericano de Mayores en Lima y ahí quedé cuarto con un salto de 15.49 pero a las dos semanas me enteré que el tercero había dado positivo en el doping y entonces quedé tercero ganando mi primera medalla sudamericana. 

Maximiliano Díaz batió con 16.43 metros el 11 de octubre de 2009 uno de los récords más antiguos del país. En la Copa Nacional de Clubes de la categoría mayores justo en Rosario, en la pista bautizada Luis Antonio Brunetto en honor al primer plusmarquista de salto triple. Díaz terminó así con la larga hegemonía de los 16.30 conseguidos por Ángel Gagliano en Las Vegas en 1983. 

 “Para clasificar a Tokio 2020 debería estar entre los mejores 32 del ranking mundial por puntos y hoy estoy en el puesto 30”

  • ¿Cómo siguió tu progresión?
  • En 2010 con los entrenamientos dedicados al salto triple comencé a sufrir todas las lesiones que sufren los saltadores. Como yo saltaba sin técnica, fuimos creciendo con los conocimientos junto a Carlos, mi entrenador. Fue un año de transición entre el paso de las vallas al salto triple. Las vallas me dieron coordinación. Para esa época pasé a ser más de 3600 saltos semanales. De nunca saltar en mi vida a ese número de saltos generó que comenzaran las molestias y los dolores propios de la nueva disciplina.

Campeón Sudamericano 2011

“En 2011 en el primer torneo en el Cenard preparando el Sudamericano hice 16.77 pero era con un viento de 2.3 y yo hasta ahí no sabía la importancia del viento y festejé pensando que había batido otra vez el récord. Y en el Sudamericano en Buenos Aires, en ese torneo los favoritos eran los colombianos y los brasileños. Yo estaba pendiente de los saltos de ellos y no pensaba en mis marcas. En el último salto logré 16.71 con nuevo récord argentino, pero no pensaba que había ganado. De repente veo a mi entrenador festejando y me vienen a buscar los jueces para la premiación. Ahí lo veo al Toto Barizza y me dice “¿Cómo andas, Luis Brunetto? ¡Felicidades!” (risas). Y en ese momento, fue cuando nos dimos cuenta que con el salto triple podíamos llegar lejos. Cuando arranque en el atletismo yo quería estar en un Juego Olímpico, me imaginaba estar clasificando corriendo en las vallas. No pensaba estar por el salto triple. Pero en un momento empezó a ser una posibilidad real. En octubre competí en el Panamericano de Guadalajara en México y quedé cuarto porque me pasaron justo en el último salto por 4 centímetros quedando fuera del podio. El que me pasó fue el cubano Yoandris Betanzos, que era subcampeón mundial y finalista olímpico.  

2012-2017

“En 2012 tuve un buen arranque compitiendo en dos torneos en Brasil con los mejores saltadores brasileños, gané uno y salí segundo en el otro saltando por arriba de los 16.30 metros. Pero después me lesioné. Primero empecé con muchos dolores en la cintura que no me permitían saltar de la mejor manera. Arrastraba lesiones, cuando me recuperaba de una, aparecía otra y ya estaba falto de confianza. Me costaba mucho tomar confianza y también adaptarme a la presión de la competencia. En 2012 también tuve la desgracia de que falleció mi hermano y eso también me afectó mucho durante ese período. Me costó mucho recuperarme de la parte anímica. Durante cinco años tuve un periodo complicado desde lo deportivo, con cambio de entrenador incluido. Me fui a vivir a Rosario y entrenaba con Graciela Scaglia. A finales de 2017 fui al Sudamericano en Paraguay y quedé quinto con una marca de 15.82 m., porque no podía entrenar de la mejor manera y arrastraba dolores en la cintura. Para esa época pensaba en competir en esa prueba y retirarme ya que no me sentía con ganas de seguir en la pista”. 

  • ¿Cómo seguiste adelante?
  • Meses más tarde, ya en Salta, hablé con Carlos y me dijo que todavía me quedaban cosas por mejorar y que intente volver a saltar. Y esto no se lo conté a casi nadie pero -justo cuando me contactó Carlos para que vuelva a entrenar- recordé que había encontrado una foto de un recuerdo en Facebook donde yo estaba sentado en el piso y mi hermano me había comentado “De pie que todavía te quedan los Juegos Olímpicos”. Y ahí dije ya está, voy a volver a entrenar y dar todo e intentar llegar a un Juego Olímpico. Y sino llego quedarme con la satisfacción que di todo para conseguirlo. Así que le dije a Carlos “vamos a intentarlo”.   

2018, volver a empezar

“El 2018 fue volver a empezar y también volvieron los dolores pero ya los tomábamos de otra forma. Ahora trabajamos mucho según como me siento cada día. Si estoy para saltar, salto, si estoy para correr, corro. Cambiamos de kinesiólogo y de fisioterapeuta y fuimos encontrando a especialistas en cada dolor para no dejar nada librado al azar. Desde ahí salen cada vez mejores entrenamientos con mejores sensaciones. En 2019 gané el Sudamericano de Lima y clasifiqué otra vez a un Panamericano. Ahora tengo la experiencia de saltar en estadios con miles de espectadores, todo ese camino hace que hoy pueda disfrutar de la competencia. Hay un error que se repite en muchos deportistas que pensamos que por entrenar todo el día, de lunes a lunes, los resultados tienen que salir. Y no es así. Hay que aprender a disfrutar en el torneo después de tanto sacrificio. Una vez lo escuché a Usain Bolt decir que él sufría en los entrenamientos para disfrutar en las competencias y ahora busco eso. Cambié mi forma de competir. Saber que estoy al mismo nivel que otros saltadores y de otros estoy más abajo pero me sirven para potenciarme. Después de todo ese trabajo interno, antes del Panamericano de Lima 2019 había hablado con Matías Elicagaray, un especialista en coaching que trabajaba con Braian Toledo y él me decía que tenía que visualizar todas las posibilidades en un torneo para poder resolverlas si sucedían: ganar, quedar último, pero nunca se me pasó por la cabeza que podía quedar fuera por nulos. Porque hacía muchos años que no me pasaba y en ese Panamericano quedé afuera por dos nulos. No lo podía creer. La adrenalina me jugó una mala pasada, entraba más rápido y me pasaba en la tabla. Una semana después competí en Rosario y salté 16.43, un muy buen registro, después fui a un Meeting en Madrid y tuve la mala suerte que en una entrada en calor pisé una piedra o alguna irregularidad en la pista y se me puso el talón morado. Me hicieron placas, resonancia y me dijeron que tenía el tejido del talón partido. Y eso era lo que me generaba dolor. Competí con un dolor terrible, encima era en el pie derecho que era con el que mayor impacto tengo. Cuando volví a Argentina no podía ni caminar. Me hice estudios y me llevó 4 meses poder volver a saltar con normalidad. Es más, hoy me sigue repercutiendo”. 

  • ¿Cuándo pudiste volver a competir?
  • No pude competir hasta octubre o noviembre de 2019. A la Copa de Clubes no fui porque recién estaba volviendo. Entonces con mi entrenador apuntamos a recuperarme bien de la lesión y a buscar clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio sabiendo que en el Sudamericano de Lima había sumado puntos importantes. Nos preparamos para el Sudamericano Indoor de febrero que también daba puntos importantes. Era fin de 2019 y ya venía saltando arriba de los 16 metros en todos los entrenamientos, con carrera corta. Venía de lujo hasta que empezó a dolerme el talón y una semana antes de viajar a Cochabamba me hice una placa y me dicen que tenía un sobrehueso, que cada vez que corría o saltaba tenía una puntita que se metía dentro de la articulación. Una lesión muy común en futbolistas o deportistas que tienen impacto en esa zona. Y el médico me dijo que la única solución era operarme y parar 40 días mínimo pero eso significaba perderme los puntos importantes que daba el Sudamericano Indoor.

Primer Sudamericano Indoor 

Maxi Díaz registró un nuevo récord nacional indoor con 16.52 m. en el Primer Campeonato Sudamericano bajo techo de la historia que se realizó el 1° y 2 de febrero de 2020 en Cochabamba, Bolivia. Allí había superado los 16.24 m. que el metropolitano Carlos Gambetta había fijado hace 33 años en EE.UU. Díaz obtuvo la medalla de bronce en una prueba de notable nivel donde el brasileño Aleksandro Nascimento de Melo ganó con 17.08, delante de su compatriota Mateus Daniel Adao de Sá con 16.62.

“El Sudamericano Indoor fue una experiencia increíble. Fue algo hermoso competir en esa pista bajo techo. Y encima en altura que a los velocistas y a los saltadores nos favorece. En el Grand Prix previo salté 15.80 con algunas molestias y en el Sudamericano terminé saltando 16.52 logrando récord y medalla” 

Cuarentena

“Al volver del Suda Indoor veíamos lo del covid como algo muy lejano. Pero fueron pasando los días y se fue agravando todo. Tenía a mis papás en Chile de vacaciones que no podían volver porque habían cerrado las fronteras. En Salta después de las 22 horas sonaba la alarma de los bomberos y ya no podíamos salir de nuestras casas. En ese momento yo estaba 31° en el ranking mundial de 32 cupos. Yo venía muy bien y pensaba en seguir sumando puntos en torneos que den puntos importantes. Se suspendió el Grand Prix de Concepción y después se cancelaron todos los demás Grand Prix. Cuando se suspendieron los Juegos Olímpicos me tomé un mes de vacaciones y en abril pude volver a entrenar a la pista pero solo podía ir sin mi entrenador. Un mes y medio después me seguía doliendo el tobillo y me operé. Por suerte tuve una recuperación fantástica y a los 20 días ya estaba trotando de nuevo. A fin de año fuí a competir a Brasil y gano y dos semanas después fue el Nacional. Me fue bien y llegué a los 10 títulos, que era uno de los objetivos. Sumé puntos importantes pensando en Tokio”. 

Maxi Díaz volvió a competir en las pruebas de estado en Salta el sábado 24 de octubre de 2020. Fue la primera actividad atlética en esta provincia tras casi ocho meses de parate por la pandemia. Ahí consiguió un destacado registro de 16.60 metros, aunque no se pudo homologar por el viento a favor (+0.3).  Después viajó al Gran Premio Brasil Caixa de Atletismo que se realizó el 6 de diciembre de 2020 en la ciudad de São Paulo después de 25 años. El salteño consiguió la medalla de oro en salto triple con 16.24 metros (viento de 1.8). Y terminó el año compitiendo el domingo 20 de diciembre en el 100° Campeonato Nacional de Mayores ganando su 10° título nacional superando por uno al mendocino Angel Gagliano. Alcanzó los 16.44 metros, pero esta marca tampoco pudo ser homologada por el viento excesivo: 2.2 metros por segundo. 

El dolor por Braian Toledo

“Dos o tres días antes de su muerte yo estuve hablando con él. Planeando un viaje en moto que íbamos a hacer con Agustín Carrera los tres. Y enterarme esa mañana fue terrible. Yo ese día fui a la pista y se me caían las lágrimas y decía no puede ser que esté pasando. Uno planea con la familia y los amigos tener una vida larga y compartir muchas cosas y nosotros con Agus éramos muy unidos los tres y planeábamos vacaciones juntos, nos veíamos siempre. Y esto fue un golpe terrible y me hizo acordar mucho a la pérdida de mi hermano. Opté por recordarlo de la mejor manera, con los buenos momentos y las risas compartidas. A veces uno piensa que la vida e incluso el deporte es injusto. Uno piensa que esas cosas no van a pasar y terminan pasando. Nunca lo vamos a entender. Yo me pregunté mucho por qué pasó lo de mi hermano, por qué a él. Y cuando pasó lo de Braian lo charlé mucho con mi entrenador y con mis amigos y me quedo con que fue un accidente, los accidentes pasan aunque uno no quiera. En el Nacional de Rosario en el homenaje que se hizo pude conocer a su madre y a su familia. Más allá de la tristeza y el vacío que deja, uno nota que hizo un montón de cosas por los demás, ayudó a mucha gente y le sirvió de ejemplo a muchos. Incluso a mí me servía de ejemplo. El otro día llegaron unos chicos a la pista acá en Salta y decían que querían empezar atletismo porque habían conocido su historia. No está bueno que haya tenido que pasar algo tan grave pero su legado va a seguir por los años y cada vez más atletas como él van a aparecer y no importa de donde vengas sino si lo podes hacer. Son esas personas que llegan para marcar algo y a veces se van antes de tiempo pero ya te dejan eso. Vino a dejarnos ese legado, a demostrarnos a todos que no importa de donde vengas y que los sueños se pueden cumplir. Ese va a ser mi estandarte cada vez que compita de ahora en más”.  

2021

“Buscaré competir en los torneos que den puntos importantes y que haya nivel. Este año va a ser más estresante por los recaudos de no contagiarse de covid, de no lesionarse y de dar las marcas necesarias para poder clasificar a los Juegos Olímpicos”.

Recientemente, en los Grand Prix Sudamericanos en Concepción del Uruguay el salteño Maximiliano Díaz ganó las pruebas de salto triple el viernes 26 de marzo con 16.15 m. y el domingo otra vez con 15.95 (viento a favor de 1.6), seguido por los brasileños Kamal Alexio Bento con 15.76 (+2.5) y Daniel Adao de Sa Mateus con 15.68 (+0.9).

MAXIMILIANO ANDRÉS DÍAZ

Fecha de Nacimiento: 15 de Noviembre de 1988

Ciudad: Salta

Mejores marcas:

Salto Triple       16.51         (+1,2) Buenos Aires                   04/06 /2011

Salto Triple             16.77       (+2,5) Buenos Aires         26/03/2011

Salto Triple (indoor)       16,52          Cochabamba (Bolivia)      02/02/2020

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